Uno a uno, los amigos de Natalia aparecen muertos encima de la camilla de autopsias del anatómico forense donde trabaja.
Natalia es una médico forense solitaria, poco agraciada físicamente, menos habladora y nada amiga del contacto humano, que se desahoga escribiendo sus deseos más íntimos en un diario. En el da rienda suelta a toda la frustración que siente al verse abandonada por todas las personas a las que quiere. Describiendo con todo lujo de detalles cómo mueren los que un día fueron sus amigos. Un día como otro cualquiera se lo deja olvidado sin saber dónde. A partir de ese día su vida cambiará radicalmente.
Todas y cada una de las muertes se van sucediendo exactamente como describe Natalia en su diario, convirtiendo lo que en principio perecería ser una extraña coincidencia en un juego macabro.
Con la ayuda del inspector García, tendrá que mirar a su alrededor y descubrir quién de las personas que la rodean es el asesino que está acabando con la poca cordura que le queda.
Uno a uno, los amigos de Natalia aparecen muertos encima de la camilla de autopsias del anatómico forense donde trabaja.
Natalia es una médico forense solitaria, poco agraciada físicamente, menos habladora y nada amiga del contacto humano, que se desahoga escribiendo sus deseos más íntimos en un diario. En el da rienda suelta a toda la frustración que siente al verse abandonada por todas las personas a las que quiere. Describiendo con todo lujo de detalles cómo mueren los que un día fueron sus amigos. Un día como otro cualquiera se lo deja olvidado sin saber dónde. A partir de ese día su vida cambiará radicalmente.
Todas y cada una de las muertes se van sucediendo exactamente como describe Natalia en su diario, convirtiendo lo que en principio perecería ser una extraña coincidencia en un juego macabro.
Con la ayuda del inspector García, tendrá que mirar a su alrededor y descubrir quién de las personas que la rodean es el asesino que está acabando con la poca cordura que le queda.