Jon solo quiere vivir tranquilo, lo que no es fácil cuando eres el único capaz de ver a las sombras: una suerte de parásitos psíquicos de las personas que lo rodean. Todos tienen una, cada cual distinta a las demás, y su deber es vigilarlas, asegurarse de que no se descontrolen. Y, a pesar de todo, consigue que sus días transcurran en paz.
Hasta que conoce a Enzo. Y a la enorme sombra que se cierne sobre su espalda, susurrándole al oído, oprimiéndole el pecho, oscureciendo sus pensamientos y, lo peor de todo, amenazando con alimentarse de las de todos los demás.
Jon solo quiere vivir tranquilo, lo que no es fácil cuando eres el único capaz de ver a las sombras: una suerte de parásitos psíquicos de las personas que lo rodean. Todos tienen una, cada cual distinta a las demás, y su deber es vigilarlas, asegurarse de que no se descontrolen. Y, a pesar de todo, consigue que sus días transcurran en paz.
Hasta que conoce a Enzo. Y a la enorme sombra que se cierne sobre su espalda, susurrándole al oído, oprimiéndole el pecho, oscureciendo sus pensamientos y, lo peor de todo, amenazando con alimentarse de las de todos los demás.