Las Tres Leyes de la Feminística Tu cuerpo no es tuyo: le pertenece a otro. Por tanto no debes dañarlo ni, por inacción, permitir que sea dañado. Obedecerás todas las órdenes que te dé tu dueño , aunque dichas órdenes entren en conflicto con la Primera Ley. No herirás a ningún hombre ni, por fallo en el cumplimiento de la Segunda Ley, le ocasionarás descontento ni daño mental.
Las Tres Leyes de la Feminística Tu cuerpo no es tuyo: le pertenece a otro. Por tanto no debes dañarlo ni, por inacción, permitir que sea dañado. Obedecerás todas las órdenes que te dé tu dueño , aunque dichas órdenes entren en conflicto con la Primera Ley. No herirás a ningún hombre ni, por fallo en el cumplimiento de la Segunda Ley, le ocasionarás descontento ni daño mental.