Cinco señales anunciaron la destrucción del mundo,
cinco calamidades que cubrieron la faz de Ridia
de enfermedad, de oscuridad, de muerte.
Y entonces llegó la última señal,
la última advertencia, el último castigo:
el Heraldo, a quien se conoce como el Destructor,
pues fue él quien provocó el Ocaso y hundió Ahdiel en el Abismo.
Los dioses nos han juzgado, y hemos sido condenados.
Devastado por el odio y la pena, Angarad de Teilhil se ve obligado a reprimir sus ansias de venganza y someterse a una alianza forzada con el Imperio de Monmor, mientras ve cómo el país que heredó de su primo se desmenuza entre sus dedos.
Tres de los reinos del continente están ya bajo la sombra del joven emperador, y otro se ahoga en la sangre del fanatismo berenita. El niño-dios monmorense cree haberse asegurado la sumisión de Novana al barrer del tablero de Ridia a los señores de Laurvat; con lo que no cuenta es con los nuevos jugadores que se incorporan a la partida desde las arenas del Imperio, desde los fiordos congelados e incluso desde la Otra Orilla.
Sin saber que solo son peones en un juego, los habitantes de Ridia lucharán, y morirán, conforme se acerca el final de la partida: el Segundo Ocaso.
Cuando el Destino decide jugar, es él quien impone las reglas;
cuando quien juega es el Azar… no hay ninguna.
La cuarta entrega de la saga El Segundo Ocaso demuestra una vez más por qué su autora está considerada una de las mejores escritoras de fantasía en español.
En Títeres del Azar el continente de Ridia se convierte en el tablero de una partida fascinante en la que el Destino y el Azar se juegan las vidas de sus habitantes y el futuro de sus reinos. Una saga que sabe a magia y a sangre, cuyas páginas hablan con la voz de las leyendas susurradas y las profecías olvidadas.
«Ritmo ágil, historia interesante, trama bien urdida, personajes vivos y dinámicos, estilo fluido y prosa de calidad. ¿Se puede pedir algo más?»
«Lo bien trazados que están los personajes y el ritmo al que se desarrolla la historia te absorben y te dejan con ganas de más. Una saga magnífica».
«Los misterios que se van desvelando poco a poco hacen que te mueras de ganas de saber qué pasa con los protagonistas, y con más ganas aún de que salgan los próximos libros».
«Una autora magnífica, por su calidad y por la valentía con la que escribe. Se atreve a plasmar en sus libros lo que para otros es impensable. Un imprescindible».
«Poco más se le puede pedir a una saga de fantasía: es ágil, entretenida, bien escrita y apasionante. ¡Merece muchísimo la pena!»
Cinco señales anunciaron la destrucción del mundo,
cinco calamidades que cubrieron la faz de Ridia
de enfermedad, de oscuridad, de muerte.
Y entonces llegó la última señal,
la última advertencia, el último castigo:
el Heraldo, a quien se conoce como el Destructor,
pues fue él quien provocó el Ocaso y hundió Ahdiel en el Abismo.
Los dioses nos han juzgado, y hemos sido condenados.
Devastado por el odio y la pena, Angarad de Teilhil se ve obligado a reprimir sus ansias de venganza y someterse a una alianza forzada con el Imperio de Monmor, mientras ve cómo el país que heredó de su primo se desmenuza entre sus dedos.
Tres de los reinos del continente están ya bajo la sombra del joven emperador, y otro se ahoga en la sangre del fanatismo berenita. El niño-dios monmorense cree haberse asegurado la sumisión de Novana al barrer del tablero de Ridia a los señores de Laurvat; con lo que no cuenta es con los nuevos jugadores que se incorporan a la partida desde las arenas del Imperio, desde los fiordos congelados e incluso desde la Otra Orilla.
Sin saber que solo son peones en un juego, los habitantes de Ridia lucharán, y morirán, conforme se acerca el final de la partida: el Segundo Ocaso.
Cuando el Destino decide jugar, es él quien impone las reglas;
cuando quien juega es el Azar… no hay ninguna.
La cuarta entrega de la saga El Segundo Ocaso demuestra una vez más por qué su autora está considerada una de las mejores escritoras de fantasía en español.
En Títeres del Azar el continente de Ridia se convierte en el tablero de una partida fascinante en la que el Destino y el Azar se juegan las vidas de sus habitantes y el futuro de sus reinos. Una saga que sabe a magia y a sangre, cuyas páginas hablan con la voz de las leyendas susurradas y las profecías olvidadas.
«Ritmo ágil, historia interesante, trama bien urdida, personajes vivos y dinámicos, estilo fluido y prosa de calidad. ¿Se puede pedir algo más?»
«Lo bien trazados que están los personajes y el ritmo al que se desarrolla la historia te absorben y te dejan con ganas de más. Una saga magnífica».
«Los misterios que se van desvelando poco a poco hacen que te mueras de ganas de saber qué pasa con los protagonistas, y con más ganas aún de que salgan los próximos libros».
«Una autora magnífica, por su calidad y por la valentía con la que escribe. Se atreve a plasmar en sus libros lo que para otros es impensable. Un imprescindible».
«Poco más se le puede pedir a una saga de fantasía: es ágil, entretenida, bien escrita y apasionante. ¡Merece muchísimo la pena!»