La obra del escritor argentino JULIO CORTÁZAR, que llegó a su plenitud en la década de los cincuenta, significó un profundo impulso renovador para la literatura latinoamericana. Rechazando las formas tradicionales de la novela, buscó el autor, a través de nuevas fórmulas, reflejar en ella la fragmentación e incoherencia de la vida contemporánea. Tanto sus obras de mayor aliento -especialmente Rayuela- como sus relatos cortos han ejercido en escritores posteriores una profunda influencia. En El perseguidor, Johnny Carter , el saxofonista drogadicto y bohemio, logra encontrar en su genio musical el sentido último de la existencia.
La obra del escritor argentino JULIO CORTÁZAR, que llegó a su plenitud en la década de los cincuenta, significó un profundo impulso renovador para la literatura latinoamericana. Rechazando las formas tradicionales de la novela, buscó el autor, a través de nuevas fórmulas, reflejar en ella la fragmentación e incoherencia de la vida contemporánea. Tanto sus obras de mayor aliento -especialmente Rayuela- como sus relatos cortos han ejercido en escritores posteriores una profunda influencia. En El perseguidor, Johnny Carter , el saxofonista drogadicto y bohemio, logra encontrar en su genio musical el sentido último de la existencia.